Una pregunta que me han repetido últimamente: “Leo tu Substack, y parece que me asomo a tu diario personal. Está entretenido, escribes bien, me dejas picado para volver al siguiente día… pero no me queda claro ni el mensaje ni lo que intentas vender”.
Vamos por partes: si bien esta publicación está llena de detalles personales, algunos vinculados al día a día, no es precisamente un diario personal. Ni está todo lo que hago, ni la perspectiva es únicamente subjetiva. Insisto: ningún autor es estrictamente objetivo. Todos hablamos desde nuestra experiencia, nuestras preferencias… y sí, hablamos de nosotros mismos, abierta o veladamente.
Pero eso no hace que sea el único protagonista de las historias que cuento.
Segundo, el chiste es compartirles un poco del proceso creativo. Salvo los jueves, en que me acerco más a mi quehacer profesional, el resto de la semana son anécdotas sobre la creatividad, el trabajo artístico y la alegría de crear.
Por ejemplo, en la semana hablé de Hamilton, el musical. No solo porque me encanta, o porque me invitó a romper rutinas (ir al cine solo, por ejemplo), ni siquiera para convencerlos de verla. Es para hacer ingeniería inversa de cómo una canción improvisada en la Casa Blanca acabó dándole 11 premios Tony, un Grammy y un Pulitzer a su creador. Eso es de cómo se pasa de una idea aleatoria a un producto terminado. Y, encima, protagonizándolo. Es como Sylvester Stallone en Rocky, pero con un personaje real y en teatro, no en cine. Espero algún día lograr un éxito así.
Tercero… Tal vez sea lo más complicado. “No sé qué vendo”. Es decir, sé qué servicios me gusta ofrecer, y cómo hacerlo; varios clientes satisfechos me dejan ver que es por allí. Pero aún no tengo una oferta concreta en una página disponible para que la vean. Tendré que hacerla y, entonces sí, ofrecer algo a la venta en estos correos. O, al menos, a tener suscriptores acá, para compartirles materiales extras.
Por lo pronto, te agradezco que me leas — regular u ocasionalmente —, te agradezco tu retroalimentación… Y si quieres ayudarme comprando algo, te espero en mi página de autor en Amazon o donando en mi página de Ko-Fi. ¡Gracias de antemano!
No es diario, es voz:
atisbos de mi mundo
creando arte.