Es viernes y siento que es complicado escribirles hoy. Hay poco tiempo para expresar una idea compleja, o que requiera varios textos, porque muchos de nuestros amables lectores no nos verán hasta el martes o miércoles, si acaso. Ya saben que sábado y domingo también estamos, pero en cápsulas individuales autocontenidas.
También porque, en un sentido, es mi primer día laboral del mes. Los miércoles suelen ser complicados, y ayer, 2 de octubre, las marchas conmemorativas complicaron mucho la agenda. Así que hoy sí está lleno de citas: algunas de ayer y otras las normales de este día.
Pero, además, varios amigos y amigas, algunos asiduos lectores, estarán lejos hoy. Hay temas personales graves, que les deseo que se resuelvan pronto, pero ya me avisaron que hoy no los espere.
Así que “hoy haré lo que pueda, y podré poquuísisimo”. Entre lo que sí puedo es comentarles la respuesta a una pregunta que me hicieron hace poco. “¿Y para qué escribes, si parece que no dices nada?”.
Lo importante de hacerlo a diario es crearnos un hábito: el mío de escribir, el de ustedes, de leer y, entre todos, de empujar ideas. La ventaja de hacerlo “intrascendente” es que también se vuelve íntimo: una inteligencia artificial no haría un texto así de vago y soso… para algunos,
Porque algo tienen estos textos: en cada uno, hay una lección. Algunas muy visibles; otras, más discretas. Pero siempre quiero compartirles algo y que les sea útil. En especial sí están en trabajos creativos, como buena parte de nuestros lectores.
Si no es así, no duden en dejarme una nota o mandar un correo. Gonzalo @ gjsuap(punto)com. Y la pongo así para que los humanos sean los que más fácilmente puedan leerla, en vez de los bots de A.I.
Gracias por estar, por leer y por no dejarme romper la racha… Y también por leer estos m
“Poquuísisimo”
el avance semanal:
citas pospuestas.