Veamos: García Márquez metió su último libro en la primera edición en un furgón blindado de traslado de valores. J.K. Rowling pasó de reunir 75 cartas de rechazo a su primera novela de Harry Potter, a ser la segunda mujer más rica de Inglaterra, solo detrás de Isabel II, vendiendo ejemplares de toda su saga del niño mago. (Y vaya que ahora no tiene competencia tras la muerte de la reina).
¿El secreto? Que lograron tener una base fiel de seguidores, que adquirían todo lo que les vendían. ¿El libro es malo, repetitivo y suena a pasajes ya leídos en sus obras previas? Sí, pero es biografía novelada. Así como antes sus novelas eran ficciones bien contadas con base en ciertas realidades.
¿Qué el último libro parece mal escrito por un grupo de fans de la saga? ¡Cómo no, si es el departamento de marketing el que le “sugiere” a la autora qué debe pasar en SU historia. Y bueno, el estudio también sabe qué personajes y juguetes nuevos le gustaron más a los niños. Varitas no, que ya tienen muchas y son pocos los que quieren la edición especial del último libro. Pero, ¿qué tal un muñeco de peluche que no se haya visto antes?
(Jeff Goins) lo pone claro: lo único que necesitas para vivir de tus libros es tener mil fans que te compren todo lo que produzcas, tan pronto como lo publiques. Eso tal vez implica tener unos diez mil lectores frecuentes, que estén al pendiente de tu obra. O unos cien mil que conozcan tu nombre. O un millón al que les suene que eres escritor famoso, aunque no sepan de qué, pero que al menos puedas preguntar.Y aquí es donde nos encontramos: en el punto en que quiero que esta página tenga 10,000 lectores constantes. Entre ellos, tú. Para encontrar esos 1,000 fans que quieran con urgencia que publique algo nuevo, para poder darme dinero con gusto, queriendo comprar lo que les prepare. Y no como arrojando unas monedas al sombrero de este pedigüeño sinvergüenza, que cree que por poner dos palabras consecutivas con diéresis merece que le pagues algo… Un punto de partida, sin duda, es que se suscriban a este boletín ya no en la opción gratuita, sino en alguna de pago.
Porque tampoco se trata de que todo se haga desde una inteligencia artificial, sin alma ni vida, pero rápidamente. Que por eso me esmero en mostrarles que hay un humano por acá. Cien por ciento estupidez natural, nada de inteligencia artificial.
Y he aquí mi plan maquiavélico: si diariamente lees este correo, si te vas habituando a mi estilo… tal vez mañana compres “Lo mejor de Dichos y Bichos volumen 1”, que al fin cuesta menos de un dólar, y puede convencerte de que pagar 8 dólares mensuales por la suscripción a esta página no es demasiado y vale más, mucho más que eso.
Pero de eso… claro, de eso te hablo mañana. Porque, no olvides que hoy es jueves, y los jueves tenemos pódcast de Contexto Legislativo. Allí te espero también.
Fieles lectores
siempre ávidos de historias…
Impresiónanos.