Me han hecho la pregunta más sencilla y complicada que me pueden hacer.
“Neta, wey, ¿Por qué lo haces? ¿No es mucha lata ponerte diario a pensar de qué hablar, de hacer notable lo que en realidad es un hecho trivial? ¿No es exponerte demasiado? ¿No es que te pases de egocéntrico? Tu esfuerzo merece un mejor destino”.
Te contestaré con otra pregunta: “¿Qué te apasiona tanto que harías aunque no te pagaran?”. Exacto, como te podrás imaginar, para alguien que dice ser “autor, editor, bloguero”, escribir es una necesidad cotidiana.
No de balde uno de mis blogs está a punto de llegar a 10,000 entradas diarias, prácticamente sin fallas. Un par de periodos me alejé por miedo del ambiente, cansancio o saturación. Generaba demasiados comentarios violentos. Había que parar.
Pero… Escribir es una de esas tareas que tengo que hacer porque… tengo que hacerla.
Llámalo vocación, obsesión o necedad; es lo que tengo que hacer todos los días. Parte de lo que me hace sentirme vivo.
Por supuesto, una cosa es ser autor y otra ser autor publicado. Por eso, en Amazon tengo una página entera especializada en mis libros. Puedes verla aquí. Aunque una cosa es ser autor; otra, ser autor publicado; y una tercera, muy distinta, es ser autor leído.
Pero ¿Saben cuál es aún mejor…? Se las comento en la publicación de mañana. Y aún no les contesto la primera sub pregunta que me hicieron. Pero… ¿Alguien dijo prisa? No es suficiente como para no esperar el siguiente día. Ya sabes que, si eres suscriptor, te va a llegar a tu correo electrónico.
Te espero mañana.
No entiendo bien lo de Neta ni lo de wey... pero me encanta jajajaj
Sigue escribiendo:
tu pasión y constancia
serán tus musas.