El músico Lyn-Manuel Miranda estaba de vacaciones en México. Se trajo, para acompañar su viaje, una biografía de Alexander Hamilton. Uno de los llamados “padres fundadores” de Estados Unidos, fue el secretario particular de George Washington durante la guerra de independencia y fue el primer secretario del Tesoro de la nueva nación independiente. Un escándalo sexual truncó su carrera política, y murió en un duelo contra su primer amigo americano y, en ese momento, el vicepresidente de Estados Unidos, Aaron Burr.
El presidente Obama invitó a Miranda a una noche “de música y poesía” en la Casa Blanca. Y allí dijo que Hamilton tenía todo para ser un pandillero: hijo de un escocés ausente y una prostituta, quedó huérfano en una isla caribeña afectada por un huracán, el primo que lo cuidaba cometió suicidio y acabó llegando a Nueva York como un migrante más. Aunque al final escribió más de la mitad de The Federalist Papers, una colección de ensayos que proponía la nueva Constitución; negoció la existencia de un Tesoro Nacional y no estatales; de una Federación en vez de una Confederación y hasta se vio involucrado en que la capital fuera en Virginia, en el río Potomac (hoy Washington D. C.) en. vez de en Nueva York, dónde dejó el poder financiero.
Para esa noche, Miranda improvisa una canción sobre “el padre fundador que no tenía padre”. Y la canta ante el presidente y sus invitados, apenas con una caja de ritmos y un piano para el acompañamiento.
¿Cómo es que un bastardo,
huérfano,
hijo de una prostituta, y un escocés,
dejado en medio de un lugar olvidado en el Caribe por la Providencia,
empobrecido y en la miseria,
crece para convertirse en un héroe y erudito?
El padre fundador en el billete de 10 dólares, sin padre;
llegó más lejos, trabajando más duro,
actuando más inteligente.
Siendo un emprendedor, a los 14,
lo pusieron a cargo de una carta de comercio…
Así que lo que parecía una broma: “Ja ja Hamilton sería un pandillero o héroe del hip hop hoy” se volvió la idea para una gran obra.
Seis meses después, basado en esa idea, Miranda había ideado un musical off-Broadway. Unos meses después, ya se presentaba en Broadway. Ese año de 2016 ganó once premios Tony, incluyendo mejor guion, mejor música, mejor coreografía y mejor obra del año, además de premios a sus protagonistas y a personajes de reparto por sus actuaciones, un Grammy a mejor musical y un Pulitzer por su guion. Sin querer, Miranda había hecho de algo de la historia un producto divertido, apto para jóvenes.
Por supuesto… Esta historia seguirá mañana. Hay tanto que decir aún. Pero les dejo el número de apertura, para que vean de qué hablamos.
Ah ese es el musical de la banda sonora que te pusiste por la noche!? versión hip hop? haha me lo oiré
Se me acumula el trabajo