Pues con esta entrega cierro la semana dedicada a Hamilton, el musical y a su corrida en los cines. Ya se dieron cuenta de que es algo que de verdad disfruté e hice lo posible por compartirles mi gusto.
Lo que ya no les dije es que empecé a traducir algunas de las canciones. No es un ejercicio fácil, porque en algunas frases usa el doble, triple y hasta cuádruple sentido. Es todo un ejercicio para un escritor.
Por ejemplo, “I am not throwin’ away my shot” se entiende en distintos sentidos en la misma canción. En el más básico, “Shot” es la porción individual de bebida alcohólica que está compartiendo con sus amigos. Beberá sin pena. “No tiraré mi trago”. Pero también habla de la guerra que se viene. “Shot” allí es “disparo”, y la frase se vuelve un “no desperdiciaré las municiones”. Pero también se refiere a “Shot” como la oportunidad que se le ofrece. “No renunciaré a la oportunidad” es otro sentido de la frase. Y, en el gran esquema de la vida, “Shot” es su misión vital. “No dejaré pasar mi vida”. En la misma canción se usan los cuatro sentidos de la frase. Pero la magia está en usar el mismo término en la misma frase. Eso es intraducible al español, al menos de manera directa. “No dejaré que se me escape” es lo más afín que encontré, pero… le falta fuerza
.
Les contaré un último detalle: El romance entre Eliza y Hamilton es un buen reflejo de lo que puede suceder en mi vida romántica: alguien que entienda que amarla y compartir con ella no implica que dejaré que perseguir mi misión de vida, las tareas que tengo que cumplir… y hacerlo incansablemente. Aunque eso implique no mostrarle lo relevante que es para mí todo el tiempo. Y no es fácil que lo entiendan: el trabajo de escritor requiere tiempo en soledad para escribir bien. Y no ser interrumpido cuándo estás “en la zona”. Es toda una pista de cómo hacer una buena relación con una persona que tiene una misión importante a la cual dedicarse.
Por último, pero no al final, les dejo el número “My shot”, pero ahora con las letras para que puedan ver el magnífico trabajo de Lyn-Manuel Miranda en este musical.
La pluma febril
busca un amor que apoye
pasión y vida.